Sobre el artista
Pablo Esteban Rodriguez es un artista plástico visual, nacido en la ciudad de Pergamino, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Su transcurso por el arte se encuentra principalmente marcado por la búsqueda personal de transmitir, con una mirada sensible, el sentir de la vida.
Artista experimental en el campo de la pintura, los objetos, la poesía visual e instalaciones, comienza a exponer sus obras en 1998 hasta la actualidad.
Series
Otra poética es posible. Dis-grafías
Siguiendo la tradición de la pintura y llevándola a los límites ya trazados por la historia, aparece cruzando los lenguajes – en el desarrollo de la serie “Otra poética es posible” – como una Disgrafía. Este es un concepto que desarrollo a partir de la “disartria”, afección en la que la persona pronuncia sonidos aproximados a lo que desea decir y en el orden correcto, pero suena diferente. Pinto como si quisiera escribir, decir, convocando la irregularidad en el lenguaje -dis(anomalía)gráfico-.
Escribo la obra simulando esa irregularidad, para llevar a la disrupción de las formas reconocibles. Y en el caos que se va instalando aparece esa otra poética/estética como materialización de una interfase a ser leída. Pinto los sonidos y las palabras como formas, líneas, planos. Y, en esta obra de la serie, la intervención sobre el soporte se impuso casi como un exabrupto; pero también como para que la singularidad de la ruptura interrumpa la lectura para dar lugar no sólo a la dimensión que lo contiene, sino también a la realidad en la que es contenida.
Manos invisibles
“El destino, misterioso poder que estaba por sobre los dioses mismos…”
Alfonzo Reyes, “La Ilíada”
¿Qué nos determina? ¿Hasta qué punto tenemos el control de nosotros mismos y de lo que sucede en el entorno? Hay cosas que no controlamos, como el flujo sanguíneo, si podemos o no volar, cuándo parpadeamos o respiramos… entonces ¿quién o qué lo controla?
Yo creo que todo está perfectamente organizado mediante la causa y efecto que origina la causalidad. Los seres humanos estamos programados y no sabemos hasta qué punto somos o nos hicieron.
Desde una mirada crítica social a la contemporaneidad que me atraviesa, determino que la percepción del bien y del mal está deconstruida y digitalizada (individualmente viralizada), y ese es mi temor, porque la percepción es lo único que nos permite descifrar todo lo que nos sucede y lo que generamos (causa y efecto).
Sol gris
La temática abordada en esta serie me lleva a los días nublados que obstaculizan la energía del sol, creando un puente entre lo trágico y lo alegre. Lo trágico simbolizado mediante el color gris (tumbas, mal tiempo, indecisiones, opacidad, angustia), y lo alegre mediante el sol (felicidad, tranquilidad, calidez).
Por otra parte, la utilización de connotaciones circenses, como las mazas de malabares. La cultura es inestable, lanzada al aire, incierta, totalmente digitalizada. Muestro aquí a modo de metáfora nuestros propios malabares como ciudadanos para sobrevivir cada día. La pandemia de covid19 ocasiona el colapso en el sistema económico y sanitario. Estas obras nos interpelan a la percepción de un Simulacro. Malabares del día a día… a pesar de que esté soleado o tengamos un día gris.
Vuelo perdido
Somos nómades, desde nuestros deseos y desde nuestros territorios.
El origen es nuestro timón indudablemente.
Como punto central de esta serie, se encuentra la representación del objeto búmeran, con la intención de metaforizar el vuelo en la búsqueda del propio ser. Hay un principio del tiempo y un fin, que vuelve a generar a su vez un principio, un eterno retorno.
Por otra parte, lo lineal en múltiples direcciones le da una dinámica que permite una expansión desdibujando los límites de lo convencional.
Vuelo perdido es una forma retórica de expresar el lanzamiento de un búmeran que vuelve a su punto de partida cuando no impacta en su objetivo, tal y como sucede alguna que otra vez en la vida de las personas, más de lo que imaginamos.
Futuro – pasado – presente
Esta serie nace con un recorte inconsciente de cartón de formas orgánicas, donde creí haber inventado una forma de civilización. Con el tiempo comencé a notar que muchas de esas figuras plasmadas en tablas en forma de letra V, matemáticamente se encontraban en algunas civilizaciones, como en la de los Sumerios o ciertas huellas encontradas en Marte. Esto último me dejó anonadado porque de alguna forma me revelé a mi mismo que todo está registrado en el inconsciente colectivo.
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